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5 consejos para entrenar tu mente en el pádel
Cuando te gusta un deporte y quieres mejorar, es habitual centrarse en hacer más entrenamiento táctico o técnico, pero dentro de la pista hay otro aspecto que no se suele mencionar y también es clave frente a un rival: el entrenamiento de las emociones. La fortaleza emocional de un jugador ante momentos decisivos del enfrentamiento puede decidir si termina saliendo ganador o perdedor de ese encuentro. Así que en este blog te damos 5 consejos para que puedas trabajar tu inteligencia emocional en el pádel.
Para empezar: debes creer en ti mismo
La primera regla para ganar al pádel es muy sencilla: verte como un ganador. Serás un jugador débil si te consideras como tal. En cambio, podrás ser un jugador solvente si piensas que lo eres.
Una motivadora visualización mental puede ser tan beneficiosa como un exigente entrenamiento físico. Aunque puede resultar algo difícil al principio, se agudiza rápidamente con la práctica. Tenlo en cuenta, sobre todo, en los descansos de los partidos.
Lo más importante y, a la vez, lo más complicado es mantener la calma y la confianza contigo mismo ante los errores que puedas cometer. Recuerda que siempre hay que tener una actitud positiva y centrarte en el siguiente punto.
Paciencia: una aptitud esencial
Como en cualquier otro deporte, en el pádel siempre conviene mantener la cabeza fría. Hay que seleccionar con precisión cada golpe y eludir cualquier riesgo innecesario. Y esto solo puede conseguirse con una constante dosis de paciencia.
La paciencia es un requisito que debe operar en doble sentido. Discernir cuándo desplegar un juego ofensivo, pero también cuándo resignarse y acudir a posiciones defensivas. Muchos jugadores no saben gestionar sus emociones y esto los lleva a numerosos altibajos en su carrera. En el próximo partido profesional que veas de Premier Padel o de World Padel Tour, fíjate en cómo los jugadores controlan la energía en cada juego y no dan cada golpe como si fuese el último, sino que tienen paciencia y saben cuándo es el momento para cada uno.
Evita que tu alrededor te influya
Mantén la atención únicamente en la dinámica del juego. Si te dejas afectar por tu rival o los comentarios del público, has perdido. Desarrolla tu propio juego, sin hacer caso del entorno. Para conseguirlo, te aconsejamos que te centres en la bola y en buscar objetivos técnicos y tácticos para mantener la concentración en el partido.
Los problemas, fuera de la pista
Nunca lleves tus problemas personales al terreno de juego. No estarás concentrado en el partido y no conseguirás entrar en una buena dinámica con tu pareja. Es esencial que adoptes un enfoque de equipo positivo desde el primer momento y con la mente al 100% en lo que pasa en la pista. Un truco para hacerlo, esos días que tengas muchas cosas en la cabeza, es imaginarte que todo eso lo dejas en el vestuario al cambiarte de ropa antes de empezar. Para que cuando te pongas tus zapatillas y cojas tu pala, ya sólo pienses en el partido… ¡como si entraras en otro universo donde solo existe el pádel!
Ganar experiencia con rivales de diferentes niveles
Por último, en consejo más práctico para lograr una aptitud positiva: te recomendamos compartir partidos amistosos con jugadores tanto con más experiencia como con menos. Así, sabiendo que tienen más nivel y que probablemente son mejores jugadores que tú, podrás entrenar el no sentirte pequeño frente a rivales así. Y cuando juegues contra jugadores con menos nivel, para gustarte y ganar confianza.
Recuerda que también puedes aprender mucho de un partido fuera de la pista, comentándolo con los jugadores rivales y el compañero mientras tomáis algo.. ¡el cierre perfecto para un plan entre padeleros!
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